La ansiedad, el miedo al futuro, al qué pasará es un enemigo poderoso. Sobre todo, en tiempos de crisis, cuando estámos mal, podemos vernos abrumados. Eso es peligroso, porque dejamos de pensar con claridad y somos presa fácil para el desánimo, hacer las cosas sin ton ni son y con una impaciencia que empeora las cosas. Sin embargo, existe un método garantizado para poner a raya la ansiedad y recuperar el sosiego y la paz mental. ¡Vamos a ello!
- Imaginate lo peor y lo mejor. Si, no queda otra. Visualizar lo positivo es genial… pero también hay que prever lo peor.
- Acepta ambas posibilidades por igual. Nada es seguro, ambas son posibilidades que está ahí, y es necesario aceptar ambas al 100%. Aunque parezca sorprendente, a mucha gente el éxito le genera más ansiedad que el fracaso.
- Haz-un-plan. Si no consigues hacer una planificación, estás planeando no conseguir nada, parafraseando a Benjamin Franklin. El plan podrá salir, no salir, cambiar varias veces sobre la marcha; pero te está dando una orientación y las grandes líneas. Evita que te pongas a recoger setas, cuando lo que quieres es hacer zumo de naranja.
- Decide lo que vas a dar a cambio de alcanzar tu objetivo. “A cambio de ganar ! 00.000€ este año, voy a levantarme todos los días a las ” O donar el 10% a proyectos en América Central. O a cambio de crear mi empresa, estoy dispuesta a hablar con 10 personas todos los días. ¿Qué estás dispuesto a hacer para alcanzar tus mentas?
- Da todo lo que tengas, lo mejor de ti. Cuando te mires al espejo, tendrás la conciencia tranquila. Tanto si lograste lo que te propusiste, cómo si lograste otra cosa.
- Ten fé. En tí, en Dios, en el Universo, en el Destino. Ten fé en que las cosas pueden y de hecho saldrán bien.
- Hazlo. 🙂
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